domingo, 25 de diciembre de 2011

Dos luceros en el cielo

Cuesta mucho aceptar la desapareción de un ser querido, por que por más que sepamos que el ser humano tiene una vida la que posee un inicio y un final al desaparecer alguien a quien queremos y sentimos, su ausencia inesperada o no prevista genera un vacío que se expresa en forma de dolor.
Los vinculos afectivos primarios son los que se dan en el núcleo familiar, los vinculos afectivos secundarios se dan en el barrio con los amigos, en la escuela con los compañeros y docentes, en el club, en el trabajo, etc.
A veces los vinculos afectivos secundarios suelen ser intensos y su interrupción genera vacío, genera dolor.
Eso es lo que sentimos ante la ausencia repentina de Mauro Arroyo y de Melisa Martinez.
Mauro era alumno de 5° año 2° división de la orientación de Economía en el turno tarde, estando el estacionado con su moto sobre el cordon de la vereda un auto que venía a gran velocidad lo atropella salvajemente. Mauro fallece por las heridas recibidas sin dar tiempo a los médicos para lograr contener el cuadro en el que el se encontraba. Mauro con sus 17 años nos deja imprevistamente al finalizar el pasado mes de Julio de 2011.
Melisa era alumna de 1° año 2° división del turno tarde, según sus parientes Melisa tenía problemas de salud sin embargo era asistida y contenida por su mamá, llevada al médico regularmente y cumplía con las indicaciones que les daban. Sin embargo en los últimos 10 días su cuerpito empezo a fallar, a descompensarse, situación que en forma imprevista la lleva a su fallecimiento ayer sábado 24 de Diciembre a las 16 hs. Melisa tenía 15  años y ayer nos dejo cuando nadie se lo hubiese imaginado a tan solo comienzos de este mes.
Mauro y Melisa dos alumnos de la escuela, dos adolescentes que irradiaban su juventud a todos los que teníamos la suerte de compartir la vida diaria en la escuela, en las respectivas aulas en donde ellos asistían.
Hoy ambos tambien irradian, pero lo que irradian es luz, luz que cubrira a sus familias, a sus amigos, a sus compañeros, a su escuela.
Ellos dos son hoy... LUCEROS EN EL CIELO.
Gracias a los dos
Hasta siempre