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La Mesopotamia
Ver el siguiente video y responder:
https://www.youtube.com/watch?
1) ¿Qué significa “Mesopotamia”?
2) Nombrar los países que se encuentran actualmente en la región.
3) Explicar sus características naturales.
4) ¿Por qué se afirma que la Mesopotamia es una de las cunas de la civilización?
5) ¿Dónde y cómo fueron las primeras formas de escritura?
6) ¿Quién fue Hammurabi y por qué fue tan importante?
7) ¿Cuándo y por qué las civilizaciones de Mesopotamia dejan de ser el "centro del mundo"?
Actividades agrarias
Leer las siguientes páginas y responder:
1) ¿Cuál es la diferencia entre los productos de subsistencia y los productos comerciales?
2) ¿A qué se llama productos agroindustriales?
3) ¿Cómo ha cambiado la tecnología en la actividad agraria desde 1950 a la actualidad?
4) ¿De qué manera se transformó el trabajo rural con las innovaciones tecnológicas?
5) Nombrar las regiones y/o provincias de nuestro país orientadas al mercado externo.
6) Dar una definición de “pampeanización”.
7) ¿Qué es la sobreproducción y qué efectos produce?
Pueden ingresar en
Classroom con el siguiente código: g4x5p6t. O enviar las actividades a profebravo@hotmail.com
ORTOGRAFÍA
1.
Ingresá al siguiente link y
realizar el test: https://ortografiainfinita.co/50-preguntas-de-ortografia-demuestra-tus-conocimientos/
2.
¿Qué puntaje obtuviste? ¡No hagas
trampa!
3.
Completá el cuadro:
Me equivoqué en el
punto… |
Se escribe
correctamente de este modo… |
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Curso: 5to año T.T.
Materia: COMUNICACIÓN Y CULTURAS DEL
CONSUMO
Docente: Georgina Vicente
CONDICIONES DE ENTREGA DE
LAS ACTIVIDADES
● Entregar las actividades vía Classroom con
la clave
p6coevz (FUNCIONA)
● Sólo en el caso de no poder ingresar a Classroom enviar
vía mail al siguiente correo: georgina.vicente.gv@abc.gob.ar
●
Escribir en el documento/hoja en el
que envíen sus actividades sus nombres
y apellidos, curso y escuela.
●
Si tienen alguna consulta la pueden
realizar al mail georgina.vicente.gv@abc.gob.ar dentro del horario de 10 a
18hs.
● Fecha de entrega hasta: 3/08/2020.
UNIDAD 1 -
Periódicos, radio, televisión y vida cotidiana. Medios masivos de comunicación
e interacción social. Interacción cara a cara; interacción mediada y semi
interacción mediada. RECESO INVERNAL.
ACTIVIDADES
1) Leer el texto “Cultura mainstream” y anotar aquellas palabras que no conozcas.
2) Definir con tus palabras el concepto
Mainstream, y qué relación tiene con el entretenimiento y el arte.
3) ¿Qué forma diferente de producción tienen
las industrias creativas del siglo XXI respecto a las industrias culturales del
siglo XX?
4) ¿El mercado del mainstream se genera solo
desde poderosos países productores que emiten sus contenidos al resto del mundo
o tiene algún otro sentido?
5)
Sony es una
de las más grandes empresas cinematográficas del mundo y es de origen japonés
pero no produce películas “japonesas”. ¿Por qué? Justifiquen la
respuesta.
Cultura Mainstream
Cuando hablamos de consumo en el siglo XXI existe un factor ineludible de
análisis que es el de las tradicionalmente llamadas Industrias Culturales, que
forman parte de las bases de la CulturaMundo que ya hemos descripto. En
palabras del sociólogo francés Gilles Lipovetsky también se trata de industrias
de la moda, y por ende funcionan en base a la renovación permanente, la
diversificación y un estrecho vínculo con el mercado. En ninguna otra parte
tanto como en la Industria Cultural se observa prevalecer la inconstancia y la
imprevisibilidad de los gustos. Para tener una idea clara podemos decir que en
a mediados del siglo XX el tiempo promedio para la explotación comercial de una
película de cine era de 5 años aproximadamente, ahora es de menos de un año y
actualmente un programa televisivo puede ser levantado del aire en pocas
emisiones. En la actualidad el ciclo de ventas de un super-éxito musical no
supera los seis meses y raros son los libros de gran venta (llamados
best-sellers) que están un año en las listas de más vendidos. Cada mes
un disco empuja al otro, un libro empuja al siguiente, una película desplaza a
la que sigue, en un proceso constante de obsolescencia renovada. Las
expresiones culturales durante el siglo XX tomaron dos caminos, por un lado la
llamada Alta Cultura y por otro la Cultura Popular. La Alta Cultura estaba
vinculada con sectores minoritarios de alto poder adquisitivo y con
producciones culturales consideradas de mayor nivel, perdurables y de calidad,
a las que se reservaba el título de “arte” (pintura, ballet, ópera, lírica,
etc.); mientras que la Cultura Popular se la consideraba reservada al consumo
de la gente del pueblo siendo consideradas esas producciones como de menor
calidad o escasa trascendencia, algo así como un mero “entretenimiento” (cine,
radio, tango, folklore). Las Industrias Culturales se fueron especializando en
la difusión de esa Cultura Popular, ya que la Alta Cultura se la consideraba
exenta de relaciones mercantiles y de consumo porque su carácter minoritario no
hacía necesario a los medios para su acceso. De alguna manera los sectores
sociales más altos accedían a la Alta Cultura exentos del fenómeno de consumo y
la Cultura Popular se transformó en contenido básico de la industria cultural,
como es el caso de la radio, el cine y finalmente la televisión. Esta
caracterización de la Alta Cultura como la verdadera cultura de calidad sin
necesidad de los medios de comunicación y la Cultura Popular como una expresión
de menor jerarquía especialmente relacionada con las industrias de medios, fue
separando los conceptos de Cultura y de Mercado, como si se tratase de
elementos irreconciliables; a tal punto que el célebre filósofo alemán Walter
Benjamin consideró al cine como una expresión cultural que no era arte, ya que
no podía concebir que una obra de arte pudiera reproducirse, siendo la
característica central de la obra de arte su originalidad. La reproductibilidad
de la obra de arte fue fundamental para transformarla en un producto cultural
dentro de un mercado cultural de consumo.
Esta separación entre cultura y
mercado, que consideraba que el involucramiento de las producciones culturales
con el mercado solo era posible para las expresiones menores propias de la
cultura popular comenzó a ser revisado activamente a partir de los cambios
operados a finales del siglo XX, cuando la televisión, el cine, la literatura y
la música se convirtieron en servicios de altísima demanda por parte de la
gente, enorme penetración espacial y alcance global; estos cambios se
consolidaron cuando los medios tradicionales comienzan a cruzarse a comienzos
del siglo XXI con los nuevos medios digitales emergentes de la Internet y sus
modalidades de intercambio; ya que las industrias culturales convirtieron en un
producto de consumo a todas las expresiones culturales, sin distinción de
audiencias ni calidades, eliminando la distinción entre alta cultura y cultura
popular, a partir de entonces el mercado será el espacio común de ambas. La
transformación de estas dos culturas antes irreconciliables también incluye la
aparición de la cultura masiva que no es otra cosa que la cultura popular
devenida en consumo de masas que en ese proceso es despojada de todos sus elementos
contestatarios, rebeldes, confrontativos, produciendo un efecto de
“adecentamiento” de la cultura popular para volcarla en el mercado de consumo
ya sin esa esencia de crítica social o política que contienen, como ha sido el
caso en Argentina de la llamada “música bailantera” que desde el fondo de la
cultura popular se ha convertido en un contenido de consumo masivo. Incluso se
ha dejado de hablar estrictamente de Cultura, sino de una conjunción de
productos de arte y entretenimiento de
consumo masivo generados por una formidable industria de contenidos destinada a
ese fin, la llamada industria del mainstream. Por eso hay quienes prefieren modificar
el concepto de Industria Cultural del siglo XX para hablar de Industria
Creativa o de Contenidos que incluya tanto a los medios tradicionales y
digitales, porque ya no se trata solo de productos culturales sino también de
servicios y formatos. En todos los países del mundo, y obviamente en la
Argentina también, los llamados consumos culturales (películas, programas
televisivos, espectáculos deportivos, libros, programas de radio, música, etc.)
representan gran parte de los consumos de las personas teniendo en cuenta el
tiempo y el dinero dedicado a ellos; ante esta realidad estamos viviendo una
verdadera guerra global por los contenidos.
La guerra por los contenidos se
libra en los medios de comunicación con el objetivo de controlar la información,
en la televisión por dominar los formatos de los programas y en la cultura en
general por conquistar mercados en base a la difusión de películas, de música y
de libros, sumando a ellos un nuevo campo de batalla: la internet. Estamos
frente a una fenomenal disputa de poder que circula por los mercados de consumo
con el objetivo de imponer influencia a través de la cultura y la información,
el llamado Poder Suave (soft power) en el que se enfrentan países dominantes
que pretenden con sus producciones
mantener su posición privilegiada
en la generación de significado en los cerebros de las personas, países
emergentes que pretenden comenzar a ocupar un lugar en el mercado de los
contenidos culturales y países dominados que consumen todo aquello producido
fuera de sus fronteras. En esa geografía los Estados Unidos ocupan el liderazgo
con el 50% de las exportaciones mundiales en materia de contenidos culturales,
seguido por una Europa en declive con el 25%, y detrás un pelotón de países
emergentes que comienzan a ganar porciones del mercado, como es el caso de
Japón, India, Rusia, Brasil, China en la figura de Hong Kong, Corea del Sur,
Egipto, Sudáfrica, los países del Golfo Pérsico y Australia. Habitualmente los
países exportadores de bienes y servicios culturales también son grandes
importadores, con una sola excepción: Estados Unidos, que es el primer
exportador pero tan solo el quinto importador, mientras que Europa es el
segundo exportador pero el primer importador de contenidos. Este enorme mercado
cultural genera la acelerada norteamericanización de la cultura a nivel global
mediante el auge del mainstream, entendiendo el concepto de mainstream como el
de una producción cultural que aspira a grandes audiencias con productos
dirigidos a la idea de una “cultura para todos” también llamada “cultura
comercial” o “cultura dominante”. El mainstream es lo contrario de la cultura
de “nichos” dirigida a audiencias pequeñas, a la contracultura, que es la
cultura que va en sentido contrario a la establecida, pero hay quienes
entienden el mainstream como “cultura barata” y uniformizada. Lo que queda
claro es que la cultura mainstream es la que llega a la mayoría de los hogares
en todo el mundo y a los dispositivos mediáticos de la amplia mayoría de la
población global, programas masivos de televisión, grandes eventos deportivos,
ídolos musicales, películas de alta audiencia, libros best sellers, etc.
El viejo concepto de Industria
Cultural quizás haya quedado superado para expresar esta realidad y debamos
comenzar a hablar de Industrias Creativas o de Contenidos, ya que las
industrias de contenidos culturales ya no funcionan como las viejas fábricas
del siglo XX de producción en serie e
integrada por parte de un único productor, sino que funcionan como las empresas
del siglo XXI, a través de una red de centenares de medianas y pequeñas
empresas independientes que aportan su trabajo para alcanzar el producto final,
cuya financiación es responsabilidad de la gran empresa, y por ende la parte
mayor de sus beneficios. Analizar el funcionamiento de las industrias creativas
en el mundo es analizar un complejo y concentrado sistema empresarial dedicado
a producir entretenimiento a nivel global. Cinco de los seis mayores estudios
cinematográficos son norteamericanos ya que Columbia es propiedad de la
japonesa Sony, aunque los demás reciben también grandes flujos de financiación
provenientes del Golfo Pérsico, la India y Hong Kong. En la música solo una de
las cuatro grandes empresas discográficas es norteamericana (Warner), ya que una
es británica (EMI), otra francesa (Universal) y la cuarta japonesa (Sony). En
materia de libros hay tres grandes empresas editoriales, entre las que se
encuentran el gigante editorial Random House, que es propiedad del conglomerado
alemán Bertelsmann; Hachette Livre, del conglomerado francés Lagardere y el
grupo editorial español Planeta. En los medios de comunicación seis grandes
conglomerados globales, Vivendi (Francia), News Corporación (Gran Bretaña),
Disney (Estados Unidos), Viacom (Estados Unidos), Warner (Estados Unidos) y Bertelsmann (Alemania). Como se ve
no es cierto que toda la industria cultural esté en manos de los
norteamericanos, pero lo particular en este caso es que el origen de los
propietarios de estas grandes empresas del entretenimiento no incide en el
carácter de sus contenidos, ya que las películas, la música y los libros que se
lanzan al mercado tienen todos el sello del espíritu comercial estadounidense.
El hecho de que Estados Unidos sea por lejos el primer exportador de contenidos
del mundo hace que el resto de los países sientan la necesidad de evitar verse
invadidos por la marea de películas, música, televisión y libros
norteamericanos, y por eso comienzan a generar proyectos de producción de
índole local. De todos modos hoy no es suficiente preocuparse por la invasión
de contenidos norteamericanos, ya que, depende de la región, otros actores se
muestran igual de poderosos, como Japón amenazando los mercados de Corea del
Sur y Hong Kong, o China intentando penetrar en los mercados de Japón e India,
o México y Brasil avanzando sobre los consumos culturales en toda
Latinoamérica. Esto demuestra que Estados Unidos ha dejado de ser el único
actor que pretende hacer uso del soft power. La nueva geometría de las nuevas
industrias creativas, está conformada por dos líneas de acción: Intercambios Norte-Sur, cada vez más
asimétricos, es decir con mayor fuerza de
penetración, como es el caso de Estados Unidos o Europa sobre Asia o
América Latina. Intercambios Sur-Sur,
dominados por algunos países regionalmente fuertes que venden contenidos a
países vecinos, como es el caso de Brasil o México en América Latina. Hollywood
y el cine mainstream. Desde 1990 las industrias del entretenimiento de los
Estados Unidos se encuentran en la segunda posición en materia de exportaciones
del país solo detrás de los productos de la industria aeroespacial, y dentro de
sus productos el cine ocupa el lugar central. Hollywood difunde su cine a 105
países obteniendo los mayores beneficios de Canadá, Japón, Gran Bretaña,
España, Alemania, Francia, Australia, Italia y México, y en los últimos años
debemos agregar a Brasil y Corea del Sur.
El negocio del cine de los
grandes estudios globales se basa en películas de gran presupuesto y enorme
difusión, llamados blockbusters o tanques24, y una enorme cantidad adicional de
filmes “americanizados” en su estilo y temáticas, o bien, sin ser específicamente
estadounidenses, un estilo “universal”, en la búsqueda de captar el interés de
cualquier tipo de público. Los franceses hacen películas para franceses, los
indios para indios, los argentinos para argentinos, pero los norteamericanos
hacen películas formateadas para el gusto de todo el mundo. De las 10 películas
más taquilleras de todos los tiempos 9 fueron estrenadas entre el 2000 y 2010
(la restante en 1997), todas mainstream en las que invirtieron en promedio unos
200 millones de dólares por cada una, de los que el 60% se dedicaron a la
promoción y la publicidad. Uno de los factores que Estados Unidos ha priorizado
para fidelizar a las audiencias con las salas de cine frente al embate de la
televisión y la internet es generar espacios físicos agradables que entreguen a
los espectadores un plus a la película misma, la periferia de la que hablaba
Baricco, en la forma de climatización, seguridad, estacionamiento, comodidad y
servicios como el del consumo de bebidas y comestibles. Muchos multicines encuentran
en la venta de pochoclo y gaseosas más ingresos que en la propia venta de
entradas, a tal punto que existen salas que tienen exclusividad con Coca-Cola o
Pepsi y en relación a ello se ha establecido que las películas de acción
generan mayor consumo de pochoclo que las comedias románticas o los dramas, y
que el 90% del consumo que realizan los asistentes a las películas lo hacen
antes de comenzar su proyección. Los multicines tienen un ordenamiento de
estadio muy inclinado donde cada fila es más alta que la anterior de manera que
la visión sea perfecta y se genere una sensación de individualización y por
otra parte se instalan dentro de los grandes centros comerciales que
constituyen en nuestro siglo el espacio de reunión preferido de la gente. Además
la cantidad de salas de un multicine permite que los grandes tanques puedan
programarse en varios horarios y atraer de ese modo a los adolescentes, una
franja de grandes consumidores de cine, que usualmente no programan sus
horarios. En materia cinematográfica los grandes estudios, que llamaremos
majors, cumplen la función de bancos financiadores de los proyectos
cinematográficos, lo cual les permite mantener el poder y quedarse con lo más
preciado del producto cultural: los derechos de propiedad intelectual, y el
copyright; porque los derechos le permitirán después multiplicar el producto
hasta el infinito en diversos formatos y a través de diversos soportes para
maximizar los beneficios.
Pero no todo el cine mainstream
norteamericano está formado por la producción de tanques, la mayoría de las
películas no lo son, y muchas veces se promociona el llamado cine independiente
o indie, bajo la categoría que se agrupan las llamadas “películas de autor”,
que supuestamente tienen mayor nivel artístico que los tanques, tienen menores
presupuestos y priorizan las calidades por encima de las recaudaciones,
aspirando a audiencias más reducidas, que se encuentran en general fuera de
Estados Unidos. Pero lo paradójico es que el cine independiente norteamericano
no lo es tanto, ya que todos los estudios que producen este tipo de películas
están vinculados con los estudios majors, como el caso de Focus Features, que
pertenece a Universal, Fox Searchtlight que pertenece a Fox, Sony Classics que
pertenece a Sony, Paramount Vantage que pertenece a Paramount, New Line Cinema
que pertenece a Warner, Miramax, DreamWorks y Pixar que pertenecen a Disney. El
objetivo de que las majors “escondan” su responsabilidad en las películas
independientes tiene varias caras, por un lado conservar la imagen mainstream
de los grandes estudios, por otra darle un espíritu independiente a cierto tipo
de películas en las que los actores gustan de participar; sin perder de vista
que muchas veces se cuida la imagen internacional de la película que puesta en
el exterior con el sello de un estudio independiente es mejor considerada. Hay
una clara distribución de trabajo entre los estudios majors y los
independientes, los primeros ponen el dinero y los segundos llevan a cabo los
proyectos y ponen el toque artístico, se trata de separar dos factores que a
los ojos de cierto público son irreconciliables: dinero y arte.
TEATRO 2do 3ra / TP N 7 / Prof. Vlatko, Gisela
celu 1166429008
1.
Documentar
la cuarentena
Hola alumnxs, el
siguiente trabajo tiene que ver con lo que venimos trabajando, un poco con lo
que estuvieron haciendo en sus casas todo este tiempo desde el comienzo de la
cuarentena, qué les fue pasando, cómo están, etc.
Tienen que
documentar parte de eso, de alguna manera por diferentes medios, ya sea fotos,
videos, canciones, cosas escritas, audios, ideas, reflexiones, etc.
Les aconsejo que
primero escriban en una especie de bitácora, de diario íntimo, lo que ustedes
quieran, y después vean de todo eso, qué tienen ganas de compartir.
Pueden recuperar
cosas del trabajo práctico de arte y cuarentena. Cualquier duda me consultan.
2. La segunda
actividad consiste en ver estos videos,
elegir uno o varios y hablar del contenido. Es decir, que me digan de
qué se trata, qué opinan, qué temas
toca. Sobre todo me interesa el primero “Los bla bla: bullyng” y el que se
llama “gorda”. Los dos tocan con humor el tema del bullyng. Acá les paso los links. Saludos!
Los Bla Bla –
Bullyng
https://www.youtube.com/watch?v=sZsGm6jRgZk
Los Bla Bla – Hip
Hop
https://www.youtube.com/watch?v=2eN4RcWY1h8
Gorda- Serie de
la UNtref
https://www.youtube.com/watch?v=VvNSqqyh_dQ
Mundillo- serie
web
Para dar respuestas a las preguntas sobre cómo surgieron los diferentes seres y elementos de la naturaleza, los pueblos de la Antigüedad crearon las leyendas. Estos relatos populares, de tradición oral, brindan una explicación sobrenatural sobre el origen de un volcán, una planta, una flor, etc. Los personajes pueden ser sobrenaturales y los hechos maravillosos. Sin embargo, las leyendas pueden tener una base histórica y pertenecer a un lugar geográfico preciso.
¿Mito o leyenda? Veamos semejanzas y diferencias:
Semejanzas: Son relatos orales de origen popular Los personajes pueden ser sobrenaturales y ubicarse en un espacio geográfico especial
Diferencias: Las leyendas no tienen el carácter sagrado y religioso de los mitos. Los hechos de las leyendas transcurren en una época determinada, en cambio los mitos, en un tiempo remoto e impreciso. Con esto en mente vamos a leer una leyenda mapuche: Las barbas del ñire.
Responder:
1) ¿Quién es Antü y por qué no demuestra interés por lo que pasa en la tierra?
2)¿Quiénes son los Pillán y por qué se enfrentan?
3)¿Qué salva al Espíritu del Viento?
4)¿Qué le regala este en agradecimiento?
5)¿Qué explicaban los mapuches con esta leyenda? (no olvides leer el glosario)